El castillo rojo


Aquí, frente al café y la quesadilla con “si tu recuerdo me hace bien o me hace mal...” de fondo, llevo mi mano a la frente y demuestro cansancio, con el puño en mis labios escribo las ideas de un loco torturado (perdido, es una mejor descripción), de un Madman perdido, un extranjero vagabundo. Desajusto la corbata mostrando informalidad (Hastío, cansancio, desgaste)  y relajación…  Ha sido largo el viaje y es hora del break, apago el “radio comunicador” evitando las incomodas llamadas.  Mientras el vecino lucha por enlazar su llamada de “reporte”  su homologo lucha por no realizarlas. Desde aquí, el Comando de Ingenieros de la Fuerza Armada luce (hasta hoy me percaté) su castillo. La Luz se va. La gente camina sin parar, el mundo gira sin marear (MENTIRA!!!!!) y Mad debe continuar. ¿Quién se comió mi quesadilla?
Basta por hoy!

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