Esperando el cincel que arranque de golpe las imperfecciones, lo que en parte conocemos y en parte ignoramos. Ignorando como siempre el presente, preguntándose el motivo del pasado, con miedo al mañana... Así caminan cual marionetas: las creaciones, los humanos, los dueños de nada, los amargados por todo, los poseedores del vacío, los amantes a la compañía, los eruditos en depresión, los peritos de la infelicidad. Pero soberbios hasta el hastío, menospreciando cada cual a su similar a la menor brevedad posible, el más mínimo descuido será entonces el momento idóneo para presumir las habilidades aprendidas (y por qué no? las que estamos lejos de siquiera conocer). Y allá va Mad... escondido tras el atache de un simple contador, quizá con la mera intención de estar un poco más cerca a un cierto Maestro Carpintero a quien llaman también: El Alfarero!
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